viernes, 21 de octubre de 2011

Un muchacho con un libro

Estoy sentado donde suelo hacerlo cuando me encuentro en la plaza Mayor de Madrid, que es la terraza del bar Andaluz. Me gusta instalarme allí con un libro al sol de invierno o a la sombra del verano; y de vez en cuando, levantando la mirada, ver pasar a la gente o conversar con los camareros: dos viejos amigos que, desde su privilegiado observatorio, toman el pulso diario a la condición humana con singular sabiduría y precisión.
Si quieres seguir leyendo este artículo de Arturo Pérez Reverte, pincha AQUÍ.

No hay comentarios:

Publicar un comentario