martes, 10 de noviembre de 2015

¡Viernes terroríficos!


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Aquí podéis disfrutar de los textos ganadores:

Cuenta atrás, de Manuel Romero Huertas:

"A las sombras de las luces de Goya, más allá de donde su vista alcanza, en la profunda oscuridad de su despacho, se oyen quejidos de criaturas impacientes, famélicas sombras que hacen denotar su hambre de tiempo. Van y vienen, se esconden y susurran en la eterna espera. Años tras añoshasta hoy, las existencias de velas desaparecen hasta ahogarlo en la misma penumbra inmóvil que vive debajo de su mesa. Cada uno espera su destino incierto. Mientras, la tinta de su pluma solo tiene tinta para cuatro números: 4315."

Una noche inolvidable, de Julia Vega Ortiz:

"Era viernes, precisamente un viernes 31 de octubre. Me encontraba en casa vistiéndome de brujo. Había quedado con mis amigos para celebrar una pequeña fiesta de Halloween, ver películas de terror..

Me dirigía a casa de Víctor, tuve que ir corriendo ya que empezó a llover y mis padres no se encontraban en casa. El tiempo empeoraba por momentos y parecía que iba a haber tormenta. Mejor así, más emoción para la fiesta que íbamos a celebrar. Llegué por fin a casa de Víctor, y allí estaba ya toda la pandilla, yo era el último en llegar. Decidimos hacer una maratón de películas de terror. A mi no me gustaban mucho porque sabía que acabaría asustado, pero ,para no ser un aguafiestas, decidí apuntarme. Llegaron las once de la noche y, tras muñecos diabólicos, espíritus y casas encantadas, decidí volver a casa. Emprendí el camino, había tormenta y empezó a sonar mi tono de llamadas del móvil. Eran mis padres diciendo que se iban a retrasar puesto que estaban de viaje. Llegué por fin, empapado y asustado. Decidí ducharme pero me daba miedo. Pensé en que debía cambiar, vencer mis miedos, y me metí en la ducha. Puse mi música favorita para no sentirme solo, me puse el pijama y me dirigí al salón a sentarme y comer algo. Puse la televisión y apareció la película que más miedo me había llegado a dar. Cambié de canal, pero la conexión se fue y aparecía la imagen de la película de terror. Me asusté; me asusté bastante y decidí llamara a mis padres. No cogían el teléfono y mi valentía, o lo poco que quedaba de ella, desapareció y empecé a llorar. Tenía mucho miedo; demasiado. Llamé a mi mejor amigo y vino a mi casa. Él me conocía. Sabía que tenía miedo y que su compañía me haría sentir mejor. Decidimos ver una película divertida pero la televisión seguía sin conexión con la misma imagen de terror congelada. Nos daba mucho miedo, cada vez más y pensamos irnos del salón a mi habitación donde empezamos a escuchar música. De repente, la música se apagó y se cerró la puerta bruscamente. Cuando fuimos a abrirla, estaba encajada motivo por el que mi amigo se desmayó y yo me sentí horrorizado, jamás he vuelto a sentir tanto miedo.
La puerta se abrió sola, pero ahora me importaba más mi amigo, que por suerte empezaba a volver en si. Empezaron a sonar voces, voces de niños y cada vez teníamos más miedo porque no sabíamos qué hacer. La desesperación era enorme, y creció aún más cuando empezamos a ver sombras y a sentir la presencia de alguien más junto a nosotros en la habitación. Demasiada adrenalina, ¡sólo queríamos que aquella pesadilla acabase! Intentamos dormir; no recuerdo más de esa noche. El siguiente recuerdo que me queda fue al día siguiente: el despertar. Amanecí al lado de mi amigo, si. Y de forma mágica y misteriosa en su casa. Nuestros padres nos buscaban, Aún recuerdo como nos miramos y rompimos a llorar sin saber qué había pasado. Diez años después sigo sin encontrar explicación a los hechos, aunque después de esa noche nunca más se volvió a hablar del tema. Odio los 31 de octubre. Al final me he acostumbrado a pasar las noches solo.... pero... ¡en compañía!"

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